La Federación Rusa acaba de “asegurar” -oficial y públicamente- a Colombia que su ayuda militar a Venezuela no será de pronto utilizada “en su contra”.

Hace algunos días señalé, preocupado, que el conflicto en Ucrania, que hoy enfrenta a Rusia con los EEU y con otros países de Occidente, podría derivar en impensados peligros concretos para la paz y seguridad en nuestra América Latina.

Algunos colegas y amigos me comentaron que quizás estaba exagerando. Pero las cosas parecen ya sugerir, más bien, que tenía, por lo menos, algo de razón.

La Federación Rusa acaba de “asegurar” -oficial y públicamente- a Colombia que su ayuda militar a Venezuela no será de pronto utilizada “en su contra”. Esto tiene ciertamente que ver con la reciente amenaza rusa de “militarizar” a Cuba, Nicaragua y Venezuela, como una forma de presionar,más de cerca, a Washington, que está relacionada con el duro enfrentamiento que existe respecto de Ucrania.

A lo que se suma el incremento de la presencia electrónica de China en la Argentina, que parecería haber sido consensuada con el país oriental por el poco idóneo Alberto Fernández en su reciente amplia “gira” por los rincones del mundo que, precisamente, hoy son abiertamente anti-norteamericanos. De no creer.

La presencia de “Hawei”, firma telefónica china a la que los EEUU acaban de prohibir operar en el país (por espionaje, nada menos) nos preocupa mucho más ahora.

“Hawei” es China. Cuidado, entonces, con las consecuencias geo-políticas de darle cándidamente la bienvenida a la posibilidad de que, en más, opere sin mayores restricciones, ni controles, en nuestro propio medio.

Eso es nada menos que elegir un socio que tiene “incompatibilidades” graves con Occidente, que están ya expuestas sobre el tablero del mundo y que naturalmente hay que tener siempre en cuenta.

(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.