América, Política

Los argentinos, el consumo de carne y el populismo peronista.

Desde el punto de vista del caudal de votos, la población urbana supera ampliamente a la rural, situación que para Alberto Fernández es una oportunidad para el populismo, que no ha dejado pasar.


El actual presidente argentino, Alberto Fernández, es un populista trasnochado. Como los argentinos conforman el grupo nacional que más carne vacuna come en el mundo, el mencionado presidente Fernández prohibió las exportaciones de carne para, de esa manera, impulsar su precio doméstico a la baja. La pérdida de exportaciones significa claramente una pérdida de ingresos en moneda extranjera que perjudica a la Argentina, país que debe atender los vencimientos de su sustancial endeudamiento externo.
 
La primera consecuencia de la poco idónea decisión del presidente Fernández es la pérdida de los mercados que compraban la carne argentina antes de la prohibición de exportaciones. En muy pocas semanas las exportaciones de Paraguay, por ejemplo, crecieron un 45%. La oportunidad fue aprovechada por prácticamente todos los vecinos de la Argentina.
 
¿Cómo compara el precio doméstico de la carne en la Argentina con los precios de otros países? El precio doméstico argentino es de 6,59 dólares el kilo, en promedio. En nuestra región inmediata, las cosas no parecen ser muy distintas. Ese precio es de 5,17 dólares en Paraguay; 7,48 dólares en Brasil; 8,62 dólares en Uruguay, y 9,11 dólares en Chile. En el resto del mundo, salvo casos puntuales donde ese precio es más bajo, el precio de la carne vacuna es sustancialmente más alto. En Francia, es de 19,52 dólares; en Holanda de 11,7 dólares; en España, de 12,36 dólares; en Israel, de 21,42 dólares; en China, de 12,73 dólares; en Japon, de 20,63 dólares; en Rusia de 7,19 dólares; en Australia de 18,64 dólares; en Afganistán, de 5,04 dólares; en Nigeria, de 3,67 dólares; y en la India, de 5,89 dólares.
 
Alberto Fernández no sólo ha perjudicado a su país con la prohibición de exportaciones de carne vacuna, sino dañado fuertemente al sector rural al que suele enfrentar, por razones demagógicas. La oportunidad de hacerlo está a la vista desde que la República Argentina tendrá elecciones intermedias en el último trimestre del año en curso. Desde el punto de vista del caudal de votos, la población urbana supera ampliamente a la rural, situación que para Alberto Fernández es una oportunidad para el populismo, que no ha dejado pasar.
 
 
 
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
 

// OTROS TEMAS QUE TE PUEDEN INTERESAR

// EN PORTADA

// LO MÁS LEÍDO

// MÁS DEL AUTOR/A

Menú