América, Política

El triunfo de Alberto Fernández en las presidenciales argentinas reacomoda el mapa político de la región

La reciente -ajustada- victoria del peronismo en las elecciones presidenciales de la República Argentina ha reacomodado, una vez más, el bien diverso mapa político-ideológico de América Latina.


Ocurre que el peronismo que acaba de imponerse en la Argentina es hoy una fuerza de izquierda, desde que responde a los designios y visiones de Cristina Fernández de Kirchner, que son inequívocamente de ese color político. Ella, admiradora y amiga del fallecido Hugo Chávez y de Nicolás Maduro, con quienes aparentemente puede haber estructurado operaciones corruptas, es quien “maneja, desde atrás” a Alberto Fernández, que -para muchos- es apenas una suerte de semi-vacía marioneta de su vice-presidenta y compañera de fórmula.

Por esto, hoy hay claramente siete gobiernos de izquierda en nuestra región. Son los conducidos por Miguel Díaz-Canel (Cuba); Nicolás Maduro (Venezuela); Alberto Fernández (Argentina, desde el 10 de diciembre próximo); Andrés Manuel López Obrador (México); Tabaré Vázquez (Uruguay, que podría ser desplazado en diciembre por la derecha en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que ya están en curso); Evo Morales (Bolivia, reelecto en una reciente elección, de modo ajustado y con serias acusaciones de fraude por parte de la oposición); y Daniel Ortega (Nicaragua).

Y hay también cinco gobiernos que lucen más bien de centro, como son los encabezados por Danilo Medina (Dominicana); Lenín Moreno (Ecuador); Laurentino Cortizo (Panamá); Carlos Alvarado Quesada (Costa Rica); y Nayib Bukala (El Salvador).

A los que se suman siete administraciones que lucen de derecha, que incluyen a: Jair Bolsonaro (Brasil); Mario Abdo Benítez (Paraguay); Juan Orlando Hernández (Honduras); Sebastián Piñera (Chile); Martín Vizcarra (Perú); Jimmy Morales (Guatemala); e Iván Duque (Colombia).

Un verdadero y complejo mosaico de muy distintos colores políticos, queda claro. Con sólo dos lamentables dictaduras violadoras permanentes de los derechos humanos de sus ciudadanos: las de Cuba y Venezuela, que en la actualidad perturban a todos, desde que exportan activamente su visión ideológica y de muy distintas maneras desestabilizan constantemente a los demás gobiernos de la región que tienen un signo político diferente, interviniendo ostensiblemente en sus asuntos internos.
 

(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
 

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